Se despertó por un rayo de luz que caía justo sobre su cabeza. Estaba seguro de haber cerrado las ventanas la noche anterior, tal vez la memoria ya empezaba a fallarle. No sabía si el sol era hermoso, nunca lo había visto. Era imposible mirar el sol. Había visto su reflejo y su luz, pero nunca al sol. Siempre que queria hacerlo, levantaba su cabeza y al intentar enfocar la vista en el punto correcto, luego una radiacion esplendorosa lo cegaba y no le quedaba otra que darse por vencido.
_simplemente no se puede._ dijo. Se sintió solo. Normalmente Ana le preguntaría que pensaba; el dolor se le concentró